sábado, 5 de diciembre de 2015

A propósito del 6 de diciembre.

Queridísimos hermanos y hermanas,

            En esta grave y preciada hora, quizás la más ambigua y llena de esperanza de los últimos años, envío a todos este mensaje lleno de fe, esperanza y la rebeldía que van unidas a la juventud, siempre llena de ideales, y también a un tiempo de beligerancia política y de creatividad para luchar contra el orden establecido.   

Mañana todos iremos a las urnas a decidir el futuro de Venezuela, millones de ciudadanos, legalmente capacitados para decidir el futuro de la República, darán una orden Ejecutiva clara y concisa en la que NADIE tiene derecho a interferir.

            Nuestro país, el de todos nosotros, ha sido vejado y diezmado a placer y voluntad de hombres que solo han deseado poder por mor del poder y llenarse de riquezas a costa del sudor y el esfuerzo del ciudadano venezolano. Esto damas y caballeros es lo que realmente ha hecho el dogma comunista con el mundo, enfrentar a países enteros, padres e hijos, vecinos, amigos, compatriotas, hermanos. Su poder ha nacido del sentimiento humano más fácil de explotar y hacer surgir, el más básico odio y resentimiento hacia un enemigo que nunca existió sino solo en las desequilibradas cabezas de aquellos que se creen omnipotentes y se creen que están por sobre todas las cosas; pero así como nace del sentimiento más egoísta y repugnante puede ser obliterado por el sentimiento más virtuoso: el amor, y no solo por el amor, puede ser destruido por el simple uso de la razón humana, la razón que nos fue dada hace tantos siglos, la que nos convierte en seres humanos y la que ellos han querido hacer desaparecer volviéndonos ignorantes y brutos.

            Venezolanos, mañana no solo debemos usar el corazón y sentir la muerte de nuestros hermanos, no solo debemos concentrarnos en nuestras necesidades básicas, no usemos de nuevo los sentimientos para tomar una decisión que nos involucra a todos por igual, todos somos hijos de la misma tierra pero todos le hemos fallado, hemos sucumbido en el odio y el temor. Este 6 de diciembre no solo tenemos un derecho, tenemos un deber, el deber de ser inteligentes, de ser pacíficos, pero también de ser valientes.

            Mucho se ha hablado de guerra y revolución por parte de las bestias rojas que detentan en sus garras el destino de 30 millones de almas. Esta revolución nunca fue tal cosa, simplemente una secuela desdichada y desgraciada de 40 años de Puntofijismo y caudillismo que debemos extraer de nuestro sistema.

            Se llenan la boca predicando una falsa doctrina basada en la ley del más vivo. Que mejor fórmula para el desastre que emplear una doctrina que pide como prerrequisito la viveza criolla. Lo curioso es que el mismo Karl Marx odiaba a nuestro Libertador.

            Pueblo de Venezuela, ellos no nos representan y nunca lo han hecho. Nuestra República fue fundada bajo las ideas más puras de nuestros Próceres. Una República LIBRE, INDEPENDIENTE, DEMOCRATICA y FEDERALISTA. Estos falsos profetas promueven y predican un dogma que es completamente opuesta al verdadero espíritu del ser venezolano y aún más, del ser humano, que desde siempre ha buscado que al fin se cumpla la ley de la alternabilidad del poder y siempre ha buscado coincidir con el pensamiento republicano más fundamental emitido por nuestro libertador: Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía

            En este día no solo estamos llamados a cambiar la historia de Venezuela, estamos llamados a tomar conciencia de las lecciones de la historia, estamos llamados a defender la voluntad de la ciudadanía. Estamos llamados a ser vigilantes permanentes de la integridad de nuestra nación. Estamos llamados a reflexionar y darnos cuenta de que no iremos a votar para cambiar unos amos por otros. El pueblo de Venezuela que expulsó al que fuera el imperio más grande del mundo, el que avivó la llama de la Libertad en los pueblos oprimidos de América, que derrocó una dictadura y que además puso en evidencia que solo unidos se puede hacer enjuiciar a un Presidente por corrupto es el que tiene que ir a votar mañana. No es calle o voto, es calle y voto.

            Quizás llegue el día en que nos demos la espalda y rechacemos todo lazo de hermandad, quizás llegue el día en que nos tiremos al abandonos y marchemos hacia la oscuridad sin poner objeción alguna, pero este no es ese día. Somos los amos de nuestro destino no los políticos, somos amos de nuestra Libertad no los políticos. Hagamos enorgullecer a nuestros hijos, de la destrucción roja elevemos nuestro país, hagamos historia. Derrotemos al enemigo. Solo unidos rescataremos el verdadero valor y el potencial que tiene nuestro país. Defendamos la voluntad de nuestra ciudadanía. En este día glorioso no nos puede dominar el miedo: el terror es su arma, en este día tenemos que luchar contra el enemigo histórico que corrompe y retuerce todo y a todos. Solo nuestra unidad acabará con la época más nefasta de nuestra memoria.

            Esto no es campaña a favor de la MUD, como bien saben los que me conocen (y los que no, entérense) yo no sirvo a ningún bando, sirvo a la República y lamentándolo mucho solo ellos tienen ahora la capacidad de corregir el rumbo, de no hacerlo también se enfrentaran a las consecuencias y a la justicia a la que eventualmente se enfrentarán las bestias rojas por todo el daño que causaron.

            Por poder comer Nutella, por poder rumbear, por poder estudiar, por poder crear, por poder hablar sin miedo, por poder caminar en la calle, por poder viajar, por poder ver nuevas cosas, por poder enriquecer de conocimiento, arte, literatura y ciencias nuestro país, por ser lo que todos soñamos y llevamos por dentro, por todo esto defendamos nuestro país, sin él no seríamos nada.

            Somos nosotros los hijos de Venezuela.

Viva la República
Viva la Democracia
Viva la Libertad

Dios y Federación.

Caracas, 05 de diciembre de 2015


(Si alguna frase le suena familiar sabrán disculparme pero el medio por el que fueron reproducidas y conocidas no les quita veracidad ni fuerza)

lunes, 2 de noviembre de 2015

Importancia estructural, simbólica y dramática de los elementos religiosos en  Chanson de Roland y Poema del Cid.

            Hace ya más de diez siglos Europa se encontraba en uno de los momentos más ambiguos y turbulentos de la historia occidental, si es que hay alguno que no lo haya sido. La Santa Iglesia Católica se extendía por todo el viejo continente y por buena parte del Asia menor, con o sin resistencia. Condados, ducados, marquesados, feudos y reinos surgieron y cayeron en cuestión de unos pocos siglos. Mucho después de la caída del Imperio Romano, por allá por el año 476 anno dómini, pudo hacerse patente una nueva realidad de relativa de paz y estabilidad que hizo posible el acto de presencia de uno de los personajes más significativos desde el momento de su nacimiento, en ¿742?, todavía se duda del año exacto, Karl der Große, Carlomagno, el primer gran emperador unificador de Europa después de la extinción de Roma como centro del mundo.

            Si la Iglesia Católica es la madre adoptiva de Europa, tomando en cuenta a su madre biológica: Grecia, sin duda Carlomagno es el padre. El emperador de los francos y asesino de sajones llevó la fe del Señor Jesucristo hacia todos los rincones de un continente que aún se encontraba atascado en el tiempo en las regiones más apartadas como Escandinavia y el noreste de Europa. Bautizó paganos y ejecutó a quien se resistía. Por aquel entonces la fe y la guerra iban de la mano, para demostrarlo solo hace falta observar un poco el término Guerra Santa. En su expansión por todo el mundo, Carlomagno y la Iglesia, no solo se enfrentaron a paganos sino también a su enemigo histórico, el Islam. La fe de Mahoma se expandía desde el Medio Oriente e hizo su entrada triunfal en tierras cristianas a través del norte de África y el estrecho de Gibraltar logrando acceder así hacia lo que hoy conocemos como España. Esta estadía duraría siete siglos que no estarían carentes de su dosis de muerte, sangre, sufrimiento, fe, hambre y por supuesto arte, cultura, poesía y leyendas heroicas.

            En este caldo primitivo de reconfiguración geopolítica europea hicieron su gran entrada los poemas épicos y los cantares de gesta, que durante muchos años fascinaron y fueron cantados repetidas veces por trovadores y poetas en las cortes y los palacios de antaño como muestra de la fortaleza de espíritu, y la valentía que otorgaba a los hombres ser un fiel guerrero de Cristo y defender a su representante en la tierra, así como del rey que lo respaldaba y le daba a la Iglesia su brazo armado. Francisco López Estrada reconoce esto en su Introducción a la Literatura Medieval Española:

La literatura medieval presenta en Europa un carácter religioso, manifestado de diversas maneras según las obras. La raíz de la uniformidad que se aprecia en ella, se encuentra en la cultura que la sustenta, que es la Iglesia romana y católica. Cuando las Letras y las Ciencias buscaban su propia transcendencia, iban a confluir en la Teología, la ciencia suma que la Iglesia guardaba y proseguía por sus rectos cauces. (Capítulo IV)

            Entre los más famosos se encontraban el Cantar de Roldán y el Poema de Mio Cid. Estos poemas, clásicos de la literatura caballeresca, son los textos que fungieron como pilares literarios fundacionales de las identidades nacionales de las naciones modernas de Francia y España, de ahí el nacionalismo y los héroes, asuntos que no nacieron ayer y que tampoco nos atañen.

            Desde un primer momento fueron concebidos como textos que tendrían funciones específicas y objetivas, más allá de haber sufrido cambios e interpolaciones a lo largo de los siglos. Dentro de las facultades que se la atribuyen a estos textos épicos está incluido claramente el tema religioso que viene a prevalecer en mayor o menor grado dependiendo de lo que se necesite y de la zona en la que se cante. Estructuralmente esta influencia religiosa era la más evidente: en aquellos días un hombre debía representar en él todos los valores de Cristo que pregonaba la fe de Roma y la del rey. La religión cristiana fue la piedra sobre la que se construyó el ideal del caballero honorable y fiel a su rey que describen los textos.

            Un caballero cristiano como Roldan, lo suficientemente valiente como para enfrentarse con solo veinte mil hombres a un ejército de cuatrocientos mil moros infieles, era el génesis perfecto para una historia de propaganda y campaña heroica; pero también lo era la capacidad de raciocinio y pensamiento lógico de un hombre de fe como Oliveros quien reconocía la imposibilidad matemática de vencer contra un ejército de barbaros tan numeroso. En la fe subyace el origen más elemental de la motivación del héroe épico medieval por defender todo en lo que cree. Del mismo modo Rodrigo Días de Vivar, el Cid campeador, es la demostración más perfecta del caballero que mantiene un vínculo sagrado con su señor rey y su Dios a quienes ha jurado defender aún en el más profundo de los valles y las desdichas. El Cid se mantiene firme a lo largo de toda la trama aferrándose a Cristo y luchando en su nombre para poder expulsar a los infieles musulmanes que infestan sus tierras para honrar al rey al que juró servir y que lo ha desterrado por la acción ponzoñosa de los enemigos del héroe. En pocas palabras la fe es lo que le da origen a todas estas aventuras heroicas y es aquello sobre lo que se fundamenta la voluntad del héroe y la del pueblo que representa. Esta religiosidad poética les da legitimación a los señores feudales, los reyes y al emperador de los francos para seguir ganando territorios y fortuna a través de la guerra y el bautizo en una época en la que occidente se ve más que amenazado por el avance del Islam.

            Así mismo son notables otros elementos en los que la religiosidad se hace aún más patente en estos poemas épicos. En el Cantar de Roldan tenemos la ruina de un héroe que en un principio se veía grande, altivo y poderoso frente a sus enemigos, sin embargo este héroe magnánimo termina cayendo víctima de su soberbia a manos del invasor infiel, la resistencia de Roldan a convocar más hombres como refuerzos determina su destino para luego luchar y tras una larga batalla caer con honor después de haber masacrado un gran número de musulmanes, luego, al morir con honor en el campo de batalla, defendiendo la fe de Cristo, es elevado hacia los cielos y es rescatado por ángeles que lo llevarán a la casa inmortal del Padre. Esto no es más que una clara evidencia de paralelismo bíblico y simbólico que hacen destacar a la exaltación mística del héroe del plano terrenal al espiritual a través de la humillación, la muerte y la resurrección. Del mismo modo se puede destacar este mismo carácter simbólico con la legitimación que se le ha dado a Roldan a través de la espada que le ha sido conferido la cual contiene en toda su estructura elementos de naturaleza mágica y divina como un diente del apóstol Pedro.

Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia (Mt 16:20)

            Una vez destacada la importancia estructural y simbólica, la alegoría es más evidente, ergo la explicación sobra.

            Después de haber vislumbrado estas características fundamentales de la religiosidad como parte de estos textos épicos medievales solo nos queda observar un último detalle que vendría a ser el elemento dramático. Más arriba he expuesto la emoción descrita en las experiencias desgarradoras de Roldan y el Cid al ser el primero derrotado y el segundo expulsado. Ambas descripciones sujetas a versos interpolados, y a una buena dote de ficción y licencias, son evidencia patente de la necesidad de incluir el sentimiento profundamente arraigado en la fe, una fe que impulsa al héroe a grandes proezas y a seguir luchando incluso herido de muerte mientras arrasa con el cruel enemigo infiel. Es Roldan luchando mientras la sangre corre por su cabeza y alaba a Dios y a su rey en los últimos alientos, es el Cid con el corazón destrozado dejando la única vida que conoce, llorando por sus hijas y por su amada esposa de quien es obligado a separarse. Lo que tenemos es a estos dos héroes rogando al Señor que sean resarcidos los daños que les han ocasionado sus enemigos y que confían en que el los escuchará y les dará su gracia al final del camino y la partida del mundo terrenal.


            Con todo esto, pues, tenemos una breve pero ilustradora imagen de lo que la fe podía llegar a construir en los primeros siglos de su existencia junto con un hombre poderoso, de mano dura y muy piadoso como Carlomagno o de una comunidad tan decidida a preservar sus dominios como la española primitiva. Ideales de hombres santos que también son héroes elevados a un nuevo estadio de la existencia habiendo puesto en riesgo, más de una vez, la vida y el honor.

domingo, 25 de octubre de 2015

Selva Negra, Alemania. 1 de marzo de 2013.
                        Príamo y Diana se encontraban marchando con todo un contingente de tropas de la Federación en medio del frío y la humedad de la Selva Negra escoltados por el Señor de Galia y el Señor de Italia. Con ellos iban un comando de caballería y tanques de asalto especiales diseñados por las fábricas de Schwarz. La expedición fue enviada a negociar una vez más con los señores Elfos que habitan en los bosques de Europa y se resistían a prestar colaboración a las Doce Familias. Este era el último intento, de lo contrario ambos bandos se encontrarían en guerra.

            Montados a caballo cruzaban el brumoso bosque, lleno de criaturas y animales salvajes pero ninguno los notaba, tenían completo dominio sobre ellas y las tropas marchaban imperturbables. Una tormenta amenazaba y un rayo rompió el incómodo silencio seguido por un comentario del General Strauss:- Parece que nos estamos acercando Monsieur De Valois, un rayo no cae en medio de estos bosques sin motivo alguno.

            Príamo y Diana voltearon a ver a Monsieur De Valois que sonreía maliciosamente mientras observaba el cielo y contemplaba la brisa susurrando entre los enormes secoyas y después de entrar en un breve trance habló con su marcado acento. –Nos estamos acercando al reino de los Elfos mon Général. Ellos sabían que veníamos desde mucho antes que consideráramos venir por última vez, solo ellos están al tanto de lo que va a suceder. Y les recomiendo a todos que olviden sus títulos y quiénes son. Los Señores Elfos han visto más inviernos que todos nosotros juntos.

            Entonces Diana y Príamo se miraron consternados, a qué clase de criaturas se iban a enfrentar en cualquier momento si el Señor de Galia estaba demostrando aquel nivel de humildad. Príamo se adelantó y se puso al nivel del Señor de Italia que seguía en silencio con una sonrisa y le hizo una sola pregunta. -¿Cómo…? –Y entonces el Señor de Italia lo interrumpió.


-No todos saben que Monsieur De Valois creció en la profundidad de la Selva Negra. Durante décadas fue entrenado y criado como un tributo de las Doce Familias a los Señores Elfos como muestra de nuestro compromiso y lealtad mutua. De Valois ha visto lo suficiente en estos reinos y ha sufrido lo suficiente como para ganarse el derecho de ser como es. No es para menos. De nosotros es el único que tiene la confianza completa del Rey y eso es mucho decir. –Dijo y luego con cara de suficiencia siguió por si quedaba alguna duda al ver la admiración y la sorpresa llenando a Príamo. –Espero que eso aplaque tu insana curiosidad joven Príamo, ser un Gran Elegido no te salvará en el reino de los Elfos. Nadie puede con ellos.

          Príamo se retiró y siguió junto a Diana. Todos siguieron cabalgando, el eco de las botas, el rechinido de los tanques y equipos blindados y los cascos de los caballos resonaban en lo profundo del espeso bosque prolongándose a la distancia.

            Eran alrededor de las 5 de la tarde y la tormenta arreciaba cuando se empezó a meter el sol y el señor De Valois detuvo la cabalgata y el sonido incesante se detuvo en seco. Entonces el general Strauss se dirigió a él. – ¿Ocurre algo Monsieur? –Y el señor De Valois le respondió –Estamos llegando al límite de los dominios del reino de los Elfos mon Général. Descansaremos aquí, que desplieguen el campamento. Envíe a los mayordomos a levantar la tienda de la Señoría.

            Al terminar bajó de su caballo y se fue a pie a partir de donde estaban haciendo uso de la invisibilidad. El Señor de Italia, Diana y Príamo bajaron del caballo, dejaron sus armas y ayudaron a los mayordomos con las tiendas de campaña.

            En una hora el campamento ya estaba levantado y la luna se elevaba sobre ellos iluminando la oscuridad acompañada de las hogueras. Aquello era algo que en pleno siglo XXI era virtualmente imposible. Era un ejército invasor.

            Después de un rato Monsieur De Valois regresó y entró a la tienda de la Señoría donde estaban sentados cenando cerdo y cerveza los generales acompañados de Príamo y Diana. Al darse cuenta de la ausencia del Señor de Italia hizo la pregunta de rigor.
-Strauss, se puede saber dónde está Médici.

-Está en la sala de operaciones, Monsieur. Recibió una conexión urgente de Buenos Aires y tenía que informar al Alto Mando. La Federación se ha refugiado en la Argentina mientras Lady Victoria solventa la situación en Caracas.

-Merd… -Dijo De Valois y salió corriendo hacia la tienda de operaciones.

            Al llegar entró directo hacia la estancia y contempló la imagen holográfica de los 5 miembros activos de la Federación reunidos conversando con Médici-Cavalcanti y uno de ellos se dirigió a De Valois.

-Monsieur François De Valois-Orleans –Tuvimos que imaginar que todo esto fue su idea. Esos Elfos nos abandonaron hace mucho tiempo. Su lealtad está con el Mal ahora.

-Estoy consciente de ello señor Presidente pero en vista de que ninguno de ustedes ha tenido contacto con ellos ni es miembro de las Doce Familias me tomaré la libertad de no prestar más atención a sus órdenes en cuanto a estos Elfos se refiere. Que tengan una feliz noche…día…lo que sea. Au revoir. –Dijo De Valois a la vez que presionaba un botón en el panel de control para cerrar la conexión. Luego golpeó su bastón contra el piso e hizo que todo en la sala de operaciones se apagara por completo dejando escuchar solo el ruido de las tropas afuera. Y luego se dirigió a todos los presentes –Déjenme solo con Messere Médici-Cavalcanti.

            De inmediato todos dejaron la escena y ellos dos quedaron solos, alumbrados por las antorchas en la sala de hologramas. Al salir el último de la tienda, De Valois estalló en un estruendo contra Médici. 

-¡¿ESTAS DEMENTE?! Es Elfes interdisent l’utilisation de la technologie humaine dans leurs domaines, vous les appelez á notre position, ils savent que nous sommes ici!1

-Comment osez-vous!2 –Replicó Médici –Les Elfes sais que nous sommes ici bien avant nous pensé á venir.3

-Lairement ils savaient, idiot! Mais maintenant nous ne sommes plus une ambassade de paix, grâce a la Fédération nouns devenons une armé d’invasion!4

            Médici quedó estupefacto antes semejante revelación que no se esperaba y sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Gracias a su descuido ahora eran enemigos abiertos de los Elfos, si algo sabían los Doce era que nunca tenían que violar las leyes de esas criaturas y menos en sus dominios. De Valois tenía la mirada desencajada y empezó a sudar frío cuando de repente sintió aquella brisa fría y el silencio se hizo en todo el bosque, ya no escuchaban nada.
-Mierda –Dijo De Valois.


1: ¡Los Elfos prohíben el uso de la tecnología humana en sus dominios, le ha indicado nuestra posición, ahora saben que estamos aquí!
2: ¡¿Cómo se atreve!?
3: Los Elfos sabían que estaríamos aquí mucho antes de lo que pensáramos venir.
4: ¡Claro que lo sabían, idiota! Pero ahora ya no somos una embajada de paz, ¡gracias a las ansias de dominio de La Federación nos hemos convertido en una ejercito invasor!

martes, 12 de mayo de 2015

Capítulo 2: Una vida cotidiana. (1/?)
            Sebastiano escuchó la alarma de su teléfono y pudo salir de un inquietante sueño que llevaba días siendo recurrente: en alguna parte había una mansión que estaba siendo atacada por criaturas aladas y soldados negros y rojos mientras una mujer reía maliciosamente y una pareja con un niño en brazos corría por un túnel de concreto junto con otras personas sin rostro; luego escuchaba una explosión, como la tierra se agitaba y de nuevo el sonido de la incesante alarma que le informaba que tenía que volver de nuevo al mundo de los despiertos.
Se secó el sudor de la frente, se revolvió en su cama sintiendo cada parte de su cuerpo desnudo rozar con la cálida cobija y las gastadas sabanas, heladas por la época del año. Tanteó en la oscuridad hasta sostener el teléfono, lo vio con ojos llorosos por el impacto de la luz y pudo por fin silenciar su escándalo.
Se sentó como pudo, pasó las manos por su revuelto cabello, se dio cuenta de que era lunes de nuevo y se encontró buscando una excusa para no ir al colegio, luego recordó que su madre no era de las que se tragaba fácil una mentira como cualquiera de ese tipo; después recordó que tenía otro motivo para levantarse: hace 3 días que no veía a Suetonio, así que se estiró de nuevo y le gritó a su gata, que estaba revolviendo cosas en su closet desde que sintió que su amo se había levantado.
-Diana, por el amor de Dios, son las cuatro de la mañana, deja de joderme el closet y tráeme algo de ropa.
            La hermosa gata negra salió algo desconcertada del closet, caminó lentamente estirándose como un espectro y escarbó en un montículo de ropa que había en el piso hasta que consiguió unos interiores, los agarró con la boca y se los llevó a su amo; se los tiró a la cara y Sebastiano de nuevo le dirigió la palabra pero esta vez de forma más cortés y burlona.
-No hay por qué ser tan descortés, preciosa.
            Entonces la gata, que se dirigía de nuevo a su nido le respondió molesta y seria.
-¿Descortés? Le estas pidiendo a una gata que habla que te traiga ropa a tu cama a las cuatro de la mañana mientras tu duermes desnudo, eso, querido, es descortés; ahora lárgate quiero dormir.
            Sebastiano esbozó una leve sonrisa mientras veía a la gata agitar el rabo hasta que se perdió de nuevo en la oscuridad. Se puso como pudo, en medio de la oscuridad, los interiores, se quitó la cobija, se levantó de la cama y encendió la luz de su cuarto. Se miró al espejo detrás de su puerta cerrada, sonrió un poco al pensar que vería a Suetonio y recordó que ese día debía ir a comprar el regalo de aniversario para su novio; tomó la toalla, se la puso a la cintura y se dirigió hacia el baño en medio del silencio y la oscuridad que imperaba en su casa durante la madrugada.
            Cerró la puerta del baño, tiró la toalla en el piso, se quitó de nuevo los interiores y se metió a bañar.
            Al salir de la ducha, se secó, se colocó de nuevo la toalla a la cintura y se dispuso a lavarse los dientes, cuando sujetó el cepillo se dio cuenta de lo desgastado que estaba y pensó si ir a la cocina o molestar de nuevo a la irritada gata; al final no hizo ninguna de las dos cosas, abrió la puerta del baño y ahí estaba el cepillo de dientes nuevo levitando en medio de la nada. “Tengo que dejar de hacer eso” pensó. Se lavó los dientes y se dirigió de nuevo a su cuarto.
            Cerró la puerta de su cuarto, agarró ropa interior limpia, medias y un uniforme impecablemente planchado, se vistió con flojera y se dio cuenta de que ya iban a ser las cinco de la mañana. Revolvió su cabello con algo de gel, acomodó su ropa tanto como podía y salió de su cuarto.

            Entró a la cocina, abrió la nevera, tomó un poco de agua y sacó varios ingredientes. En media hora el desayuno de sus padres se encontraba listo. Escribió una nota en la nevera que decía: “Comida servida, párense a trabajar que es tarde, los quiero. S.” Agarró un pedazo de pan y se dirigió a la sala con el pedazo de pan en la boca, abrió la puerta y poco antes de cerrarla se percató de que algo le faltaba, “carajo el bolso” pensó; abrió de nuevo la puerta y atrajo el bolso hacia sí, lo sujetó cerró la puerta con llave y se dijo a si mismo de nuevo “tengo que dejar de hacer eso, coño” y se fue no sin antes tocar múltiples veces el timbre de la casa para despertar a sus padres.

jueves, 23 de abril de 2015

Cuando
Cuando solo sirves                                                                                                                                 para que los demás                                                                                                                               se vean bien o mejor.
Cuando solo sirves                                                                                                                       para dar lastima. 
Cuando solo sirves                                                                                                                       para que te culpen de algo. 
Cuando solo sirves                                                                                                                       para que alguien te use. 
Cuando te dejas usar. 
Cuando no le importas a nadie. 
Cuando solo sirves                                                                                                                         para que alguien más                                                                                                                 tenga a quien herir.
Cuando solo sirves                                                                                                                         para ser el motivo de mofa.                                                                      
Cuando no te das tu lugar en el mundo.
Cuando solo sirves                                                                                                                               para que alguien más se beneficie.
Cuando solo sirves                                                                                                                               para que la dosis de mierda                                                                                                         que le toca a mil te toque a ti.
Cuando solo eres                                                                                                                                 un papel a la deriva. 
Cuando no eres capaz                                                                                                                       de controlar tu vida.
Cuando existes                                                                                                                                     al margen de la humanidad.
Cuando existes exiliado.
Cuando existes frustrado.
Cuando alguien más decide                                                                                                         que tu destino es estar solo.
Cuando te resignas a que                                                                                                                si, tu destino es estar solo.
Cuando sufres                                                                                                                           porque solo puedes existir solo.
Cuando nadie mas te ve                                                                                                             como vería a otro.
Cuando solo                                                                                                                                           te han hecho sentir odio.
Cuando solo sirves para existir y no vives                                                                           esperando recorrer el camino                                                                                                           que deben recorrer todas las almas.    

martes, 24 de marzo de 2015

Del diario de Sebastiano.

                15 de febrero de 2011,

            ¿Hace cuánto tiempo ya que le guardas secretos a tus padres Sebastiano? No ha pasado mucho tiempo desde que aprendiste a ser independiente. Aún con tu escasa edad sientes que has vivido una eternidad, sientes el peso de los años en tu espalda y en tu alma, aunque no se refleje en tu rostro. Has ocultado tu madurez e independencia de tus padres bajo una fachada de adolescente “común”, me pregunto cuanto tiempo podrás mantenerla antes de que tu mamá se empiece a dar cuenta de que ya no la necesitas sino como compañía y protección cuando ocurren tus ataques una vez al mes. Hace mucho tiempo que ya no le cuentas nada a tus padres, ¿se estarán preguntando dentro de sus pequeñas mentes si están perdiendo a su único hijo?, por favor dime la verdad, Sebastiano Santiago de León Swartz Von Luttehmberg. ¿Tu mayor temor es que cuando descubran lo que eres se espanten y no piensen ni si quiera un segundo las cosas antes de rechazarte? Desde que empezaste a intentar descubrir quien eras ya no les dices nada, y desde que lograste controlar tu mente y leer la de otros te juraste que nunca te atreverías a leer las de ellos, creo que pensaste que sería una buena forma de conservar el misterio y apreciar un poco a tus padres.

            ¿Cuándo piensas decirles que sabes que tu abuelo no está muerto? Que de hecho, hace no más de seis meses el dio contigo y te dio el mejor regalo de tu vida: Nunca sino hasta ese momento te habías sentido tan libre y ajeno al mundo, conduciendo una moto por caminos privados, oculto de los curiosos y protegido por la naturaleza. ¿Alguien más sabe de tus escapadas de madrugada? Es muy grosero de tu parte infundir en tus padres ese sueño forzado para que puedas fugarte a la 1 de la mañana sin que ellos lo noten. ¿Estaría de acuerdo tu mamá en que un joven de 16 años conduzca una motocicleta fabricada en los años setenta por las calles de Caracas a semejantes horas de la noche y esconderse en medio de la nada? No creo que ella lo aprobaría, quizás tu padre intente defenderte, él también tuvo una juventud bastante agitada, no te cansas de escuchar las historias de tus tíos sobre tu papá el rebelde mochilero, en más de una oportunidad solo tuvo que mostrar su cedula para que ni siquiera lo notarán en las alcabalas de las fronteras.

            ¿Qué sientes en esos viajes en motocicleta a media noche?, libre, solo, ajeno al mundo, las reglas no te sujetan y en más de una ocasión ni siquiera notaste que el cielo era el límite. En una ocasión intentaste que Suetonio se escapara contigo; pero él se molestó, insistió toda la noche en que no deberías conducir así ni hacer locuras de carajito. Suetonio…Oh Suetonio, tan solo de pronunciar su nombre sientes esas cosquillas en la ingle, sus caricias en mitad de la noche cuando duermen juntos y solo quieres sentir sus labios; cosquillas en el estómago y toda tu mente solo vive en sus brazos y en sus besos. Recuerdas la primera vez que yacieron juntos, no podías creer lo ágil que alguien tan callado podría ser con la lengua. Suetonio, Suetonio…Solo recuerdas haber leído su mente una vez y no pudiste evitar reír, estaba pensando en si debería comer cotufas o cocosette, nunca más quisiste invadir su espacio.


                En ese momento la concentración de Sebastiano se vio interrumpida por su padre, el ya no tan joven Sergius lo sacó de su mundo y lo llamaba desde la cocina. Sebastiano se levantó de su cama, dejó caer al piso su diario y su bolígrafo que hasta hace un segundo paseaban levitando por todo su cuarto escribiendo sus anotaciones. Entonces despejó su mente y por simple costumbre volvió a levantar su diario y el bolígrafo que dejó puestos en su pequeño escritorio abarrotado de libros. Encendió las luces, apagó las velas y se dirigió hacia la puerta cerrada mientras pensaba en que hace mucho el y Suetonio no compartían un buen tiempo juntos como cuando lo llevo a su escondrijo las primeras veces, rogaba por no estarlo perdiendo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Fragmento de la batalla de Caricuao.

                Luego de la primera contienda librada en el suroeste de la ciudad, Sebastiano y sus hombres junto con los habitantes de la zona lograron expulsar a las fuerzas de la Maldita, Sarah Van Tassel, hacia el norte.

                Llegada la noche Sebastiano dejó el Cuartel General establecido en las cercanías de la casa donde creció, tomó el Bastón del Dragón, se escabulló en medio de los centinelas que custodiaban la zona haciendo uso de su más que dominada invisibilidad y se dirigió caminando hacia la vieja iglesia de la parroquia: un elegante e imponente edificio con dos torres de campanario y una cúpula sobre el altar principal.

                Al llegar, luego de contemplar la ruina en la que había quedado el edificio: algunas paredes ya no estaban, las esculturas de santos estaban algunas tiradas en el piso destrozadas, otras se mantenían en sus pedestales igualmente afectadas, parte de la cúpula se había desplomado dejando ver el cielo y el imponente Cristo que se alzaba en el altar principal apenas y había sufrido daño. Sebastiano intentó conjurar hacia él una silla pero luego se dio cuenta del sitio en el que estaba; no podía usar magia en un recinto sagrado, el lugar era una fortaleza contra todo tipo de hechizos y conjuros por lo que Sebastiano dedujo que el daño que había sufrido la estructura había sido en efecto por armas humanas de fuego y nada más. Después de dejar el bastón sobre el altar, encender una antorcha con su yesquero y un pedazo de tela, logró localizar los restos de un velón que colocó también en el altar.

                Luego de un rato sentado, apoyado en su bastón, en un banco de iglesia, que logró arrastrar hasta quedar frente al altar, se descubrió a si mismo rezando al dios de sus padres en busca de claridad; a pesar de todo su poder y logros se sentía en deuda con aquel que lo eligió para librar esta lucha. Pasados unos minutos sintió de nuevo aquella presencia que sintió al apenas pisar de nuevo La Guaira: Sarah Van Tassel se acercaba dispuesta a enfrentar lo que fuera que encontrara en aquel recinto al que había sido convocada por un cuervo hace apenas media hora.

                De pronto, en los restos del portón de lo que quedaba de la iglesia, apareció una elegante figura, alta y estilizada, con curvas profundamente femeninas y atractivas ante cualquier hombre, iba vestida con una larga y decorada túnica negra, su cara estaba cubierta por una capucha sobrecogedora que no dejaba escapar ni el más mínimo rasgo de aquella figura.

                Sebastiano, sin despegar la mirada de la hermosa escultura de Cristo, y sin volver a ver a quien se encontraba en la puerta, solo pronunció unas palabras haciendo uso de su acostumbrada serenidad y educación.
-Sabes muy bien que no puedes entrar a este recinto con las intenciones que guardan tu marchito corazón, bruja.

                La figura en el portal, detenida por fuerzas que iban más allá de su control, respiró profundo y con un solo movimiento deslizó una de sus manos por dentro de la túnica arrojando un sable al piso que al caer se enderezó en el aire y se incrustó en seco en el cemento fundiéndolo. Cuando por fin pudo entrar a la casa de su creador intentó encender las antorchas y atraer una silla con su pérfida magia; pero de inmediato, al sentir su poder intentando salir de su cuerpo, Sebastiano la volvió a reprender de igual forma que hace un momento.

-Sabes también que ninguno de los dos tiene poder en la casa de nuestro Padre, tendrás que hacerlo a la antigua, igual que todos nosotros, los humanos.

                Sarah, frustrada pero digna, aun parada a pocos metros de la entrada, destapó su cabeza con sus finos y largos dedos, y su larga, perfecta e imperturbable cabellera roja salieron al encuentro del viento, sus ojos negros y sus pupilas rojas brillaban a la luz de la poca luz desprendiendo un furor espectacular, sus delgados labios profundamente rojos, que ocultaban unos blancos y puntiagudos dientes, brillaban en su pálida y reluciente piel. 

Rápidamente localizó la fuente de fuego de Sebastiano e hizo lo mismo que él al entrar: arrancó un pedazo de su túnica, lo ató a un palo y lo encendió, luego con su silencioso andar y su susurrante túnica ondeando en el silencio de la noche, procedió a recorrer el recinto encendiendo las antorchas usadas para mantener la luz dentro del templo, encendió cada una con su lento andar y mucha paciencia. Después, localizó una vieja silla de plástico que fue a parar detrás de uno de los pedestales y agachándose con extrema parsimonia, la levantó y la llevó hasta donde estaba Sebastiano, la acomodó entre los escombros y tomó asiento de igual forma con vista a Cristo y comenzó la conversación.

-Hace más de quince años que no piso este lugar; a pesar de ser tan prescindibles los hombres sí que saben de arte. En aquella ocasión, si no me equivoco, estaban llevando a cabo tu bautizo; tu familia se veía terrible después de lo que les hice en El Nido, creo que no fue suficiente –Dijo altanera y amenazante.

- ¿A qué has venido? No te creía capaz de entrar a la casa nuestro Padre y poco me importan tus insulsas palabras, mujer –Respondió Sebastiano tajante pero igual de sereno que siempre.

-Ah Sebastiano –continuó Sarah –Extrañaba nuestras conversaciones, no eras tan insolente cuando me pedías mis ancestrales secretos para ser poderoso de verdad.

-Eso fue hace mucho tiempo –reconoció Sebastiano mientras en su mente no dejaba de ver como asesinaba a Suetonio una y otra vez.

-Y aun así aquí estamos –continuó Sarah que comenzaba a frustrarse de verdad –en un conglomerado de cemento y ladrillo donde no puedo tocarte porque Él te defiende aun cuando tu no le veneras. Casi no recuerdo la última vez que habló directamente con uno de tu raza, creo que hasta Él es capaz de perder la fe en su inmunda existencia –terminó Sarah para provocar a Sebastiano que seguía con la mirada fija en Cristo crucificado.

-¿Qué es lo que quieres, bruja? –dijo Sebastiano omitiendo sus ataques.

-¿Qué es lo que quiero yo? –Preguntó con sarcasmo la villana – ¿Qué es lo que tú quieres? Sería más indicado, Sebastiano Santiago de León.

-¡Quiero que te vayas a joder pa’ casa del coño de tu madre maldita y venenosa bruja! –contestó imponente Sebastiano mientras se levantaba, golpeaba con fuerza el bastón contra el piso que retumbó y su voz reverberaba en la profundidad de la oscura noche.

-Sebastiano, querido, ¿no te han enseñado ya que su odio es lo que me mantiene viva? –respondió satisfecha Sarah.

-Y será nuestro odio lo que te destruirá –atajó Sebastiano tajante.

Sarah con suma confianza respondió su mayor orgullo: –Yo  soy lo que teme la muerte.

Sebastiano sopesó su respuesta y satisfecho le dio una solución a su enemiga.

-Entonces haremos algo mucho mejor, volverás a tu prisión. ¿Aún recuerdas a tu guardiana? Sigue aguardando tu regreso.

-Prometeo no fue el más inteligente de los olímpicos –respondió Sarah mientras un frío helado le recorría toda la columna, sensación que quedaba como reminiscencia después de tanto tiempo capturada en su forma mortal.

-Lárgate –contestó en seco Sebastiano.

-La guerra seguirá, Sebastiano –continuó Sarah haciendo caso omiso –no pueden ganar, su propio odio los consume, su destino y su naturaleza es ser derrotados, han sido condenados, querido mío, condenados por Él a quien le enciendes velas.

-Lucharemos, Sarah Van Tassel –respondió Sebastiano seguro y fuerte –Y tú serás encerrada de nuevo, volverás al agujero oscuro del que nunca debiste salir, tu naturaleza es estar encerrada.

-Tu debilidad es tu fe en los hombres –terminó Sarah altiva y sobrada.

-Tu fe en tu poder sobre las cosas materiales es la tuya –concluyó cortante Sebastiano.