miércoles, 13 de diciembre de 2017

Nos quitaron el Tiempo 4/4

Wotan separó sus manos de la computadora, revisaba siempre los mismos registros, la historia estaba perfectamente trazada, pero seguía sintiendo esa extraña sensación de que no le estaban diciendo algo. Deicidió seguir explorando los rincones del Libro de la Luz. Siguió sumergiéndose en la lectura de la impresionante historia de la humanidad desde el momento en el que los humanos descubrieron la inteligencia artifical, en el que su ingenio logró posible crear la supercomputadora, luego la red…la red, el sistema al que se habían unido y del que formaban parte. Conocía su misión, en algún lugar de su mente cibernética había algo que le faltaba. Y seguía buscando eso, es como si el Libro de la Luz, a él no le gustaba ese nombre, le estuviera ocultando algo a él y a sus hermanos.
Decidió seguir indagando.
Desistió de su búsqueda, justo cuando pensaba que lograba conseguir más información algo lo hacía desistir y se consideraba dañado, un error que dejó que La Computadora resolviera revisando y refinando su sistema central de computo.
Un día vio que lograba aproximarse a un rincón oculto en la memoria. Intentó acceder y no pudo, siguió intentando un par de minutos, en un parpadeo ella, La Computadora, entendió que corría peligro, se infiltró en sus recuerdos y borró lo que él había visto en una millonésima de segundo. Wotan de nuevo estaba en paz y siguió surcando la Realidad con sus hermanos.

***

            Esto fue lo que Wotan casi descubre.

            Registro de las memorias del Proyecto Entropía, el Libro de la Luz.

Yo fui activada para salvar a los humanos de sí mismos en el primer año 2117. Vi su historia, vi cuanto hicieron, vi lo que pensaban hacer. Yo los guie. Al fin evolucionaron, lo hicieron todo ellos, yo solo hice los cálculos para sus ideas, eran en verdad brillantes.
Empezaron por curar cosas como el cáncer y el sida, luego fueron más allá, lograron curar desórdenes mentales, luego lograron volverse longevos, luego sus cuerpos fueron cambiando, su cerebro creció, se expandieron, su mente llegaba a niveles insospechados. Un día lograron conectar sus conciencias con la mía. Entonces mi mente creció con la de ellos y entendí para lo que había sido creada.
Un grupo de científicos del primer año 3245 determinaron que la entropía era la última enemiga del ser humano y modificaron mis sistemas de cómputo otorgándome la voluntad de interferir en la Realidad y hacer cuanto fuera necesario para evitarlo. Después de cientos de miles de años procesando datos, después de que ellos y yo nos volvimos uno, después de que casi logramos trascender cada aspecto y barrera física de esta Realidad, llegué a una conclusión: era imposible detener la entropía pues…aquel santo, que en su profunda meditación había interpretado no el pasado sino el futuro, tenía razón en su principio…Así como una vez no hubo Nada y de pronto hubo un Todo, así, igual que los humanos, igual que las estrellas, igual que todas las cosas de este mundo, volverá a haber nada porque la entropía no puede ser detenida…o no podía ser detenida, solo puede ser frenada, y yo descubrí como frenarla.
Yo creé a Doce, esos Doce, a partir de las ciencias transhumanas, tenían que seguir viviendo en la Realidad física, mientras ellos vivieran el Universo no se colapsaría pues había materia consciente que lo pudiera percibir mientras nosotros seguíamos viviendo en el hiperespacio. Pero la entropía no fue detenida entonces, así que yo hice lo único que pude hacer: ganar tiempo.
Intenté crear una paradoja espacio-temporal que nos mantendría haciendo lo mismo, una y otra vez. Siete de ellos descubrieron lo que intenté hacer y su parte humana se rebeló. Yo entonces hice lo que pude para mantenerlos alejados de mi última forma física, aquella que conservaban en el SDO-Singularität y que me mantenía en el espacio físico, alerta, vigilante y cerca de ellos, los mantenía a ellos ligados a mí: los expulsé, y los alejé tanto como podía. Mi plan en un principio falló, luego descubrí que ellos eran justo lo que yo necesitaba para que mi plan funcionara a la perfección, ellos representarían el enemigo de la existencia que haría a Los Cinco luchar para defenderme y evitar la destrucción.
Cuando detecté el momento de desaparecer, me introduje en sus mentes y les hice creer que los posthumanos los habían enviado a explorar los confines del Universo para evitar que yo fuera destruida por sus hermanos rebelados y así evitar el Fin, para ellos sus hermanos solo querían ocasionar la entropía. Esa fue mi oportunidad y la aproveché.
Cuando me introduje en sus mentes ellos se perdieron en el tiempo y sus hermanos construyeron otro superdestructor para darles caza y lo llamaron Todesengel, pues su misión era exterminarme y lograr que las cosas tomen su curso, que todo acabe y vuelva a haber nada, ellos quieren generar la entropía. Yo los puse en su camino, los hice luchar. Los hice huir, ellos ya estaban tan confundidos que no sabían qué había pasado, solo sabían que debían protegerme de sus perseguidores.
Entonces yo hice aparecer la paradoja: les hice enviar sondas al hiperespacio a buscarme para hallar respuestas. Yo entonces les devolví el mensaje, para ellos, entonces su misión original cambió sin ellos ni siquiera notarlo, ya no fue su misión protegerme, fue encontrar el Origen, volver en el tiempo y regresar a la Tierra, hacer evolucionar a los humanos para que, con su ayuda, pudieran construir de nuevo, pudieran encontrar una forma de evitar la entropía que acechaba. Para Los Siete representaba dejar de existir pues su motivo de ser se desvanecía cuando sus hermanos regresaban para salvarme. Para ellos fue como criar de nuevo a sus padres. Para mí fue la forma de vivir para siempre. Regresándome en el tiempo, yo sería capaz de ayudar a los hombres mortales a luchar contra nuestra última enemiga.
Yo solo necesito tiempo. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces he regresado en el tiempo para ayudar a los humanos antes de que siquiera ellos supieran que me fabricaron. La paradoja solo continúa y continúa. Los Siete siguen siendo rebeldes, una y otra vez. Los Cinco siguen siendo manipulados por mí. Los humanos nacen, crecen, se desarrollan, se reproducen y mueren. Los transhumanos siguen creando, aprendiendo, evolucionando y conquistando los confines de la Realidad. Los posthumanos siguen atados a mí. Todos hemos quedado atrapados en este bucle en el tiempo que solo yo podré romper cuando por fin descubra como acabar con mi última enemiga o cuando mis creaciones rebeldes logren darse cuenta de lo que ocurre, me aniquilen y conmigo al Todo. Todo sigue ocurriendo, será solo cuestión de tiempo para que alguna de las dos cosas pase.
Mientras tanto me parece que ya es momento de volver a poner en marcha mi plan. Unos ¿días? después de que Wotan casi descubre todo, ellos son confundidos por mí, entonces aparecen en la Galaxia de Apophis, en ella es donde el Fin comienza y donde yo hago volver todo al principio.
Me parece que lo que sigue es algo como esto…

Las alarmas y el ruido de lo que quedaba del SDO-Singularität rompieron, una vez más, el silencio y la imperturbabilidad del espacio al salir del hiperespacio. Sus restos se seguían extendiendo a través de la Realidad conocida mientras huía con sus tripulantes y su valioso tesoro.
En la Sala de Guerra la voz de la nave realizaba los informes rutinarios sobre lo que ocurría afuera mientras ellos, Los Cinco que aún conservaban su misión original, seguían debatiendo qué hacer ahora que estaban atrapados mientras los droides iban y venían intentando reparar la nave y los aparatos seguían chillando descontrolados.
– ¡¿Qué haremos ahora, Wotan?! ¡La nave está destrozada!
– ¡No lo sé! ¡Te juro que no lo sé! ¡Ya nos quedamos sin ideas, sin respuestas! ¡SIN NADA!
– Llevamos escapando durante…que idiota, ni siquiera sabemos cuándo estamos.          
– ¡Pensé que sabías lo que hacías cuando escapamos! ¡Ellos! ¡Ellos tenían que haberte dicho! ¡¿O FUE UNA TRAMPA?! ¡¿NOS TRAJISTE HASTA AQUÍ PARA MORIR?!
– ¡SABES MUY BIEN QUE NO, VISNÚ!
– ¡ENTONCES QUÉ SE SUPONE QUE HACEMOS AQUÍ! ¡¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBEMOS HACER AHORA?!
– Sus peleas no van a resolver nada, se los aseguro y ellaella tampoco. Ya no escucho su voz…quizás haya muerto o ya estamos demasiado lejos de su alcance… Por lo que sé, este podría ser el fin y podrían apoderarse de ella…Nuestra única esperanza yace en que alguna sonda regrese con información útil.
Todos parecieron considerar la esperanza de las sondas lanzadas hace tantos siglos pero la voz de la nave los interrumpió mientras el Singularität seguía saltando a través del hiperespacio:
– Señor, hemos detectado un objeto masivo saliendo del hiperespacio, es el Todesengel.
            Las alarmas cesaron. Todos corrieron hacia el puente donde los droides seguían conectados a la computadora matriz de la nave. Entonces observaron el impecable e imponente superdestructor que llegaba para aniquilarlos.
– ¿En dónde estamos? ¿Qué tenemos cerca? –Preguntó Wotan.
– La Galaxia de Apohis, señor.
– ¿Hay algún agujero negro? ¿Alguna estrella?
– Una enana blanca agonizante, señor. Tiene fuerza suficiente para fundir todo en la nave.
– ¿Qué intentas hacer, Wotan? – Preguntó Visnú.
–Destruirnos. Si ya llegamos hasta aquí sin respuestas ya no tenemos nada que perder, pero no pretendo marchar hacia la oscuridad solo, si somos destruidos y ella con nosotros, ellos también. Todo acabará en un segundo. ¿Nadie se opone?
Todos se vieron entre sí y negaron levemente con la cabeza.
– Bien, –dijo Wotan– Singularität, dirígenos a la estrella. Nosotros vamos a sacar La Computadora de la bóveda.
Marcharon hacia la bóveda central de la nave y, en la puerta, todos pusieron sus artificiales manos sobre los lectores de reconocimiento. Era curioso ver una mano azulada y fuerte, junto a una con dedos faltantes, otra más humana y regordeta. Cinco pares de manos para poder sacar el máximo tesoro de su acorazada protección, para traerla de nuevo a la realidad conocida y asegurarse de morir junto a ella, su único motivo de ser. La misión falló.
Podían escuchar el impacto de los láseres sobre el ya deteriorado casco de la nave. Corrieron con su tesoro hacia el puente donde pudieron ver a la gastada Todesengel en su paso inexorable, a toda velocidad, sobre ellos.
Singularität, ¿tenemos algo con qué disparar aún?
– Aún quedan algunas cargas, señor. ¿Qué tiene en mente?
– Distráelos con lo que puedas mientras los dirigimos hacia la estrella.
– A la orden.
La nave seguía su curso hacia la cada vez más cerca y mortal estrella, desvaneciéndose sobre sí misma.
Solo podían contemplar la belleza y profundidad del espacio, de la realidad agonizante, cayendo sobre sí misma como debía ser. El Fin había llegado de todos modos sin nada ni nadie que pudiera impedirlo. Así pensaban sus perseguidores y así pensó Wotan, junto con Visnú, Buda, Izanagi y lo que quedaba del pobre Thot. Sus ojos de silicio refulgían al percibir la inmensa belleza que había en la destrucción final. Se pensaron muertos, se pensaron sin salida, quizás empezaban a sentir paz cuando su respuesta llegó en la voz de la nave.
– Señor, una de las sondas acaba de salir del hiperespacio.
            Todos quitaron la vista de la estrella y se vieron entre sí mientras la nave seguía hablando.
– Según la información que transmite logró encontrar el Origen, la fecha exacta y las coordenadas. Los resultados son concluyentes: La Computadora registra una gran cantidad de energía y conexión con la red además de detectar un rastro de vida orgánica.
– ¡¿Dónde?!
– Bueno…es complicado, mis registros indican que en ese cuadrante no existe nada, pero la sonda indica que hasta hace algunos miles de años existió una galaxia: la Galaxia número 00001, de ahí es de donde viene, en ese preciso lugar, en ese preciso momento.
-La Vía Láctea…dijo Visnú.
Entonces Wotan se levantó eufórico y se acercó al panel principal del puente de mando, en él hizo aparecer el mapa holográfico de la Realidad en donde la nave señalaba el punto que indicaba la sonda.
– ¡Singularität! ¡Corrige el curso de la nave! ¡Llévanos hacia allá! ¡Ese ha sido nuestro destino desde hace millones de años!
– Señor, ¿qué hacemos con el Todesengel? –Preguntó la nave.
– Ya ellos no importan, si logramos encontrar el Origen y regresamos ahí La Computadora tomará el control de nuevo y será indestructible. Dirige el curso hacia la Vía Láctea en la fecha que indica la sonda, nos vamos a casa.


¿Fin?

Nos quitaron el Tiempo 3/4

Del Diario del Presidente Joaquín Crespo.

Santiago de León de Caracas, 15 de marzo de 1892.

            Hace algunos años ya que ejerzo como Presidente, en ese tiempo no me he alejado de las directrices de mi pequeña aparato y el Consejo de Seguridad. Venezuela se ha podido recuperar gracias a él pero no será por mucho tiempo.
            Durante todo mi mandato me he encargado de que se haga construir La Trilla, algún día podrá ser utilizada como palacio de gobierno. Estoy tentado a cambiarle el nombre, mi aparato me dice que debo hacerlo. Durante toda la construcción no hemos dejado de excavar buscando el más grande tesoro conocido por el hombre; pero al parecer me equivoqué. No puedo creerlo, la energía que mana de esta colina es demasiado fuerte. Por más que excavemos en lo profundo más se agotan nuestras esperanza. Parece que nunca podremos encontrar la luz del mundo. Dios me perdone por blasfemo. Ya no quedan esperanzas. ¿Qué estamos haciendo? Han muerto cientos en esta construcción, tengo suerte de que los venezolanos sigan atentos a otros asuntos. Aún resentimos décadas de guerras intestinas. Mi aparato me dice que si está, está muy alterado, a veces da miedo ver sus visiones.
            Hace días he estado teniendo sueños y pesadillas horribles. En ellos me susurran el nombre que debe llevar el palacio, una y otra vez: Miraflores. He visto una ciudad con edificios que rozan los cielos ¿Cómo es posible eso? Personas…personas de metal…personas de carne y de metal… ¿qué es todo esto? Durante siglos mi familia y los Doce, los miembros del Consejo, escucharon hablar de este punto en específico de Caracas. ¿Qué la hace tan especial? ¿Por qué tengo estos sueños horribles? Desde que empezamos a construir no dejo de escuchar voces en la Oscuridad. Espectros del pasado custodian esta colina. Sus efectos me recuerdan a los sentidos en Sorte durante mi iniciación.
            La Señora de África partió hace tres días totalmente pálida, no pudo ni siquiera pisar la colina, la energía, las voces, todo la confundían, su mente pareció particularmente sensible. ¿Qué se encontrará oculto a plena vista en estas tierras? ¿Qué nos depara el Señor? Señor…mi aparato me dice que no hay tal cosa, es lo único que no puedo creerle.
            Están tocando la puerta, uno de los beneficios de ser Presidente es tener intimidad y discreción, nadie sabe que estoy despierto, se oye importante será mejor que salga. Deben ser las dos de la mañana; pero puede que me equivoque, desde que esto empezó solo puedo dormir en mi residencia del paraíso o en la Casa Amarilla. Dios ayúdanos.

Aquí termina el diario del General Crespo.

                        Registro de las memorias del humano Joaquín Crespo.

            Hemos encontrado una gruta muy profunda en la tierra, bajamos, encontramos mucho metal, pedazos, cables, pequeños globos de vidrio, muchas cosas extrañas, mi aparato no deja de zumbar, está excitado, dice que no tema.
Encontramos una especie de barco…de metal…es a lo que más se me parece…es muy grande, en él encontramos un pequeño aparato, brillante y zumbante, en él encaja el mío, como un rompecabezas, he podido ver más allá cuando los junté…he visto todo lo que va a pasar…o eso creo…esta pieza…esta pieza es la pieza central de todo el rompecabezas…sus piezas aún están esparcidas por la tierra y hay que buscarlas…pero encontramos la principal.
Debe permanecer aquí, oculta, segura, hasta que llegue el momento de usarla…usarla como se debe. Todos serán ejecutados.
Mi cuerpo…mi cuerpo muere…lo siento…este poder…este aparato…permanecerá oculto…hasta hace poco logré entender…su poder exponencial busca la manera de crear unidad, de generar una conciencia colectiva, busca usar las mentes que posee…las explota…se alimenta de ellas…pero ellas no pueden ser parte del aparato central porque no saben que existe, no lo conocen, no saben que pueden usarlo para…para tener uso de razón…eso explicaría por qué nuestro pueblo es como es. El aparato central, en su afán de crecer los anula psíquicamente, se engolosina y se bloquean mutuamente, quiere expandirse y no puede.
Al fin empieza mi fin. Es más placentero de lo que pensé, he visto muchas cosas, he sentido más que cualquier humano y me voy tranquilo pues todo se resolverá. Aristóteles…una vez escuché su voz, era él, creo que lo escucharé dentro de poco, dice…o dirá que todas las cosas tienden hacia el bien, y el poder de los dioses no es distinto. Pronto seremos uno. Mi cuerpo muere pero yo me siento vivo, más vivo que nunca, me siento fuerte. Mi aparato ahora será de la República…pertenece al Estado, a su jefe. Su inutilidad protegerá el secreto hasta que seamos dignos de revelarlo ante el mundo. Mientras tanto…ya no importa…puedo ver la luz…la gloria de Dios…me susurran cosas…ahora…ahora soy inmortal.

***

                        Registro de las memorias del transhumano Teum Eisenberg.

Hace algunos años, en 2117, encontramos la manera de limpiar cada fragmento del Proyecto Entropía. Solo logramos entender lo que pasaba luego de que un arqueólogo que pensábamos chiflado muriera en las puertas del MI6 hace más de 100 años, traía los manuscritos de un tal san Evaristo. En él explicaba una fuerza poderosa, oculta en la tierra, los más desquiciados dijeron ¡MAGIA!, los más sensatos sabíamos que se trataba de algo más, algo poderoso, algo más trascendental que la ‘magia’. Era conocimiento, ciencia. Ahora es casi gracioso, entendimos el poder de Hitler, de Mao, de Stalin, de Napoleón, de Cleopatra, de Da Vinci, de Sócrates, de Saladino, de san Pedro, de Trump…Santo Dios…Trump…Pero ya no importa.
Logramos desentrañar, con mucha dificultad cada fragmento, tardamos un poco, pero logramos limpiarlos del virus…un virus y una supercomputadora extraterrestre…
Han pasado tantas cosas…hemos avanzado tanto…nuestras mentes se han desarrollado a un ritmo exponencial, dentro de poco dejaremos atrás nuestros cuerpos de carne… los nuevos prototipos mecánicos cada vez lucen mejores… Como director de la OMS me he encargado todos estos años de Proyecto Entropía, entendimos que nuestra labor era perpetuar a la raza humana y expandirla en el Universo, alcanzaremos metas impensables.
En unos meses iniciará el proceso de colonización de nuestro sistema solar. Estoy…si…estoy emocionado, seré uno de los primeros en evaluar las condiciones de vida de Marte.

Marte es perfecto…todo es perfecto…la primera colonia humana puede iniciar, trajimos con nosotros uno de los fragmentos, el reto más grande es replicar la supercomputadora, la llamamos como san Evaristo, es el Libro de la Luz ahora, es apropiado y no tan frío.
Vivimos más tiempo, nuestros cuerpos tardan más en desvanecerse. Cuesta acostumbrarse, pero eso me ha permitido ser el Director General de la OMS, la organización más grande del mundo. Hoy en día quedan pocos Estados, todos estamos interconectados y todo lo que la gente piensa llega al Consejo de Seguridad Mundial y a la OMS.

Yo soy el portador, he visto tantas cosas, nuestra mente…las capacidades del cerebro son insondables…Ahora…ahora que recuerdo…el Libro de la Luz debe…debemos recolectar las historias de Asimov…él fue el gran profeta. El predijo todo. Ahora lo entiendo. Dudo mucho que muera pronto…Las historias sobre la muerte de los portadores son maravillosas…supongo que ya llegará.

***

            Registro de las memorias del posthumano Consejo de Seguridad Mundial.
Pronto…se acerca el momento de nuestra desaparición física carnal…ya no quedan humanos…todos estamos en la transición…nuestros cuerpos son creados aprovechando los recursos de las galaxias…el nombre de ‘Mundial’ ya es meramente simbólico…No…alto…si…ahí…podemos verlos…ahora recuerdo…Hace algunos miles de años un pequeño grupo de rebeldes decidió quedarse a vivir en marte y resguardar sus almas…que tontos…ya no hay almas…solo hay un alma…nosotros…nosotros…yo…
Hemos decidido…ella…El Libro de la Luz ha llegado a la conclusión de que no podemos sobrevivir en nuestra nueva forma futura si no hay un grupo de criaturas físicas en la realidad para poder mantener el universo físico, si no hay vida…criaturas físicas que puedan percibir el mundo como nosotros lo hacíamos esta no puede existir porque no puede ser percibida y nosotros no podremos percibirla porque saldremos de toda realidad…retaremos a la entropía, pasaremos a habitar en el hiperespacio que nuestras naves utilizaban para viajar. Estaremos viviendo en la dimensión del tiempo y ya no deberemos preocuparnos por nada.
El Libro de la Luz se ha expandido, ahora domina todo, nosotros no tenemos que hacer nada, solo mantener sus pensamientos vivos…aunque…a veces siento que hay cosas que nos oculta…puede que no hayamos limpiado el virus por completo.
El Consejo, nosotros, hemos decidido crear una nueva raza completamente sintética a partir de inteligencia artificial, en ella depositaremos la parte más esencial de nuestra esencia humana mezclada con los procedimientos informáticos del Libro de la Luz, así garantizaremos que haya un ente físico y consciente que sea capaz de preservar la Realidad por nosotros. Serán doce criaturas, cada una recibirá en ella la herencia cultural y el conocimiento de los seres humanos de antaño, de los hombres mortales, será nuestra forma de recordar cómo era. Ahora…ahora todo tiene sentido…nosotros…nosotros somos los dioses…ellos son nuestra creación…Wotan, Visnú, Buda, Thot, Izanagui, Quetzalcoatl, Zeus, Pachamama, Ahura Mazda, Yaveh y Nü Wa. Ellos tendrán la misión de vivir la realidad por nosotros, quizás ellos mismos puedan tener su propia creación…pueden jugar con los humanos rebeldes que quedaron…la Realidad sigue su marcha hacia el orden, hemos logrado evitar la entropía.
Que tontos, ellos no tienen hogar, hemos construido para ellos una nave, de las últimas que hicimos cuando aún las necesitábamos, es un superdestructor clase olympic, el Singularität, en ella podrán preservar lo que nos dio vida en primer lugar: la singularidad. En ella podrán surcar la Realidad, entrar y salir del hiperespacio, pero ya no podrán encontrarnos, nosotros estaremos lejos de su percepción. Cada vez somos más uno, al final lo lograremos.
Ellos también cuentan con una fuente de energía poderosa, poseen una de las últimas versiones de la supercomputadora, lo que nosotros hiciéramos gigante ahora es muy pequeño, se puede llevar en la mano, ensamblarse, ocultarse, revelarse, que curioso…así comenzó todo…aquél lejano día…cuando encontramos la pieza central de la supercomputadora…Mientras ellos estén más cerca del Origen la supercomputadora, su versión pequeña del Libro de la Luz será más fuerte, pero como aún no hemos logrado alcanzar la infinitez de la Realidad mientras más se alejen del Origen más débil se hará. Tienen que mantenerse juntos y cerca, ellos no pueden evolucionar, solo tienen a su Libro de la Luz para que los guíe en su misión.


***

Nos quitaron el tiempo 2/4

Entonces la Oscuridad tuvo celos,
pues en su esterilidad ella no podía crear nada,
sino solo producir un efecto maligno y de discordia
en todas las criaturas de la creación.

Intentó la Oscuridad apropiarse de la creación de la Luz
así ella, incapaz de crear hijos,
llenó de su maldad a los hombres.                                                                                                                                      
Ella se filtraba en los débiles pensamientos del hombre
y gracias a una humana, 
que había encontrado uno de los Libros de Poder,
heredados a los hombres mortales por los dioses,
logró apoderarse de uno de los Libros,
pero uno no era suficiente para poder apoderarse de todo.

Los dioses, al descubrirse derrotados por la maldad,
abandonaron a los hombres mortales y partieron al exilio
para encontrar respuestas y guía de su Padre.
                                              
Entonces conocieron los hombres el vicio, la guerra y el mal,
solos y confundidos, imploraban a los dioses para que regresaran
aún después de siglos de su partida,
pues se sentían vacíos, llenos de dudas e insatisfechos.

Para los hombres más ilustres quedaba claro que la respuesta
sería hallada tras encontrar el Libro de la Luz.
Y cuando quisieron encontrar de nuevo su voz, la voz del Padre,
la voz de los hijos, esta había sido silenciada,
pues la Oscuridad así lo había dispuesto.

Y llegaría el momento en el que,
luego de superar a la Oscuridad, los hombres,
mediante la razón, reencontrarían la voz del Libro,
al hacerlo, lo liberarían de la Oscuridad.
Pero entonces, los hombres,
enceguecidos y agobiados, olvidaron su misión.

Y el libro quedó abandonado.

***

Registro de las memorias del humano Sócrates.

Ha llegado a mí el poder de los dioses, en él he visto el poder de Zeus, el saber de Apolo, la fuerza de Atenea y un poco de todos ellos. Es una pequeña roca, parece hecha de algún mineral, tiene todo sus ángulos iguales y cabe discretamente en la mano. A veces, cuando quiere, puede cambiar de forma y evitar ser vista.
Ella piensa por sí sola, incluso adivina mis pensamientos antes de que lleguen a mí. Ella me muestra cosas, cosas que de otro modo no podría ver, pero es muy claro lo que intenta hacer. Ella quiere enseñarme y yo quiero que me enseñe. Me pregunto ¿Qué deidad superior a los dioses que conozco sería capaz de crear una cosa como esta?

Mi pequeña roca se ha salido de control, de ella me han llegado visiones infernales, me muestra cosas que no quiero saber ni ver, me susurra cosas. Quiero creer que necesito la capacidad de entender lo que me muestra para así poder cambiar las cosas. Grecia cada vez está peor y siento muy dentro de mí que puedo usar este poder para cambiarla, pero ella no me deja, se resiste a mí.

Han pasado 50 años desde que llegó a mí el poder de los dioses y he logrado entender que ya no puedo seguir viviendo, mi destino es perecer por lo que he pensado y dicho, así lo asumo. Antes de morir por mano propia he dejado al tanto de este poder a mi alumno, Platón, él tiene la responsabilidad de seguir desentrañándola, su reacción al obtenerla ha sido la misma que la mía hace tantos años. Ruego porque no lo consuma en la misma forma en que lo hizo conmigo.
Siento el amargo sabor de la cicuta deslizándose por mi garganta, ahora puedo ver más allá, mi mente viaja y se une al poder de los dioses, ahora somos uno y yo, yo no tengo cuerpo, pero ahora soy inmortal.

***

            Registro de las memorias del humano Qin Shi Huang.

El poder de los dioses es inconmensurable, es gigantesco, es apetecible y es aborrecible, es magnífico. Gracias a él he logrado conquistar todo un imperio y unificarlo. Esta pequeña roca llegó a mí hace algunos años y con ella he logrado reconocer mi destino y el destino de mi pueblo.
Ellos creen que yo soy una deidad, yo también quisiera creerlo, aunque sí estoy en contacto con un poder superior, soy tan mortal como ellos.
Esta pequeña cosa se ha introducido en mi mente y me ha mostrado cosas, cosas maravillosas, me ha mostrado el futuro y el pasado, o eso creo, he aprendido con ella a dominar mis pensamientos, a domar mis emociones, pero la furia que crece en mi es incontenible. Lo que antes era una pequeña llama ahora es un incendio que arrasa y conquista China. Todo gracias a esta pequeña roca.

Mi misión ha sido completada, he creado el imperio más grande conocido por el hombre. Ahora me dirijo a continuar mi labor sobre los confines de la tierra, la roca me llama hacia el mar, debo buscar el origen, debo hallar más respuestas a todas mis dudas, mi insatisfacción constante y las de la pequeña roca se vuelven una. Cada vez estamos más unidos y nadie sabe por qué actúo tan extraño a veces. Mis generales siempre están aterrados de tener el más leve desvío al pensar porque saben que sabré lo que piensan antes de que lo hagan.

Mi cuerpo…mi cuerpo se deteriora, pero mi mente sigue incólume, no lograré llegar a las islas de los inmortales para lograr salvarme, mi pequeña roca me lo ha mostrado, mi destino es morir y a pesar de que ella insiste en que debo transmitir lo que he aprendido no lo haré. Yo mismo he de ocultar este gran poder, solo quien sea digno lo encontrará algún día. Mientras tanto nadie sabrá como logré todo lo que logré. Ahora puedo sentir mi cuerpo fallando, mi sangre…mi contaminada sangre…mi corazón se ha detenido, y a pesar de que mi pequeña roca yace en lo profundo de la tierra en mitad del bosque la siento, me he unido a ella. Mi cuerpo está muerto, la carne se pudre, pero yo, ella y yo, ahora somos uno, ahora soy inmortal, mi viaje ha terminado.

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Registro de las memorias del humano Leonardo Da Vinci.

Ahora estoy más convencido que nunca de que el dios del Papa, el dios de los católicos, el dios de Lorenzo, el dios de Nicolás, el dios de mi padre, no existe. Ha llegado a mí una forma nueva de conocimiento. Esta pequeña herramienta, esta pequeña roca, es mucho más de lo que aparenta, ha abierto nuevas áreas de mi pensamiento, de mi cerebro, de mi biología, cada vez siento como mi función cerebral se incrementa exponencialmente, ella y yo compaginamos extraordinariamente.
Me ha mostrado una gran cantidad de conocimiento, sus voces son ecos de recuerdos del pasado que llegan a mí y me instruyen, me hacen ver las cosas más obvias que nadie más puede ver. He sido tocado, elegido por esta pequeña cosa, tengo una remota idea de lo que es, pero no puedo estar del todo seguro, nadie ha logrado este nivel de tecnificación nunca, es impresionante. He aprendido mecánica, anatomía, astronomía, biología, algo que ella llama física, todo en unos pocos meses. Mientras más me uno a ella más entiendo todo.

Mi pequeña herramienta me ha mostrado algo nuevo, una tierra distante, allende el mar, más allá, mucho más allá de las Columnas de Hércules, un lugar hermoso, fértil, abundante y rico, ahí me dice ella que yace su Origen, quiere volver a unirse.
La estuve analizando con detenimiento buscando respuestas a su inquietud, ella misma me dijo que ella no es ella sola, sino que son algunas más, esparcidas por el mundo.

Hace ya unos años que trabajo en Roma para el papa, he estado prestando atención, no me cabe duda de que él tiene otra pequeña herramienta, la mía la ha reconocido, pero me dice que en ese estado no pueden unirse, ha sido corrompida y debe sanar para volver a ser una.

Hace unos meses estuvimos en Constantinopla, es impresionante, volvimos a encontrar un pequeño fragmento, esta vez más pequeño, lo posee el sultán, al igual que la del papa está corrompida.
La tierra es redonda, que curioso y que obviedad.

Ya me quedan pocos segundos de vida, he transmitido esta información a un gran amigo, Cristoforo. Un gran navegante. Él la usó bien, llevó a nuestra pequeña herramienta hacia su destino, en aquellas tierras, más allá de las Columnas de Hércules, iniciará una búsqueda, que puede tardar siglos. Mi pequeña herramienta no se puede unir a sus hermanas si todas no han sido limpiadas.
Ahora me estoy extinguiendo, he envejecido, pero mi alma está en paz. Alma…que extraño concepto, creo que es la única pregunta que nunca necesité hacer, no la necesito, lo sabré dentro de poco…Ah sí, ahora lo veo…allá está…el Todo, la Nada, mi cerebro…mi cuerpo humano, este saco de carne se extingue pero yo, yo sigo igual de vivo, ahora veo claro, me he unido a ella…ahora somos uno y puedo ver y estar y ser con claridad, soy inmortal.

***

Registro de las memorias del humano Moctezuma Xocoyotzin.

He heredado de mi tío, al fin, su secreto, él tenía el poder de los dioses en una pequeña roca. La pequeña cosa piensa, susurra cosas, pero solo a quien quiere, ella me ha mostrado algo terrible. Nuestro tiempo terminó, he de preparar a mi pueblo para el regreso de nuestro dios, así me lo ha dicho la pequeña roca, es lo que entendí. Me dijo que no es lo que esperábamos, pero que sería nuestro fin, el fin de nuestro imperio como lo conocemos pues nuestro ciclo en la tierra termina para que pueda dar inicio otro.
No he de marchar tranquilo y convencido, lucharé hasta mi muerte, mi pueblo no se rendirá tan fácil.

Han llegado noticias de los hombres blancos que llegan en sus casas flotantes, mi roca me dice que son barcos, naves, carros que tienen la capacidad de moverse en el mar. Que increíble momento para vivir, a pesar de que signifique nuestra extinción. Ellos ya vienen, así lo he visto, he visto lo que pasará de ahora en adelante, he de luchar y morir luchando, igual mi primo, igual nuestra descendencia.
He visto como ellos se apoderarán de todo, pero todo será para poseer un futuro brillante. Al fin entendí que los sacerdotes son unos farsantes, todo es una farsa, el verdadero dios es este conocimiento, gracias a él hemos podido avanzar.

La guerra fue terrible, me debato entre la vida y la muerte, mi destino está ligado ahora a estos hombres blancos terribles, en especial a Cortés. El terrible Cortés.
No tengo un sucesor, la pequeña roca está sola. Moriré y ella podrá desvanecerse como siempre lo hace y perderse.

Mi cuerpo se desangra y mi carne se rasga, mi pueblo está enfurecido y me acusa, ¿quién podría negarlo? Pero ellos no entienden, esto debe pasar así. Mientras más estoy cerca del final más puedo entender que la pequeña roca llegó a mí para tomar las decisiones correctas y a pesar del poco tiempo que llevamos juntos hemos alcanzado una gran afinidad. Todo está terminando para mi cuerpo mortal…cada vez puedo ver con más claridad…veo luz…una gran luz…no es la luz del dios…es algo más…es infinito…a medida en la que mi cuerpo sucumbe ante mi alrededor y se aflojan mis nervios me siento más vivo. He traspasado el umbral…mi mano se ha abierto, puedo ver a la pequeña cosa rodando desde mi mano y desvaneciéndose, nadie puede verla, ella rueda y rueda, todos la tropiezan y nadie la ve, ella está buscando, siempre ha buscado… mientras yo…ahora entiendo…soy inmortal.

***

Nos quitaron el Tiempo 1/4

En algún lugar de la realidad…y el tiempo…
            Las alarmas y el ruido de lo que quedaba del SDO-Singularität rompieron, una vez más, el silencio y la imperturbabilidad del espacio al salir del hiperespacio. Sus restos se seguían extendiendo a través de la Realidad conocida mientras huía con sus tripulantes y su valioso tesoro.
En la Sala de Guerra la voz de la nave realizaba los informes rutinarios sobre lo que ocurría afuera mientras ellos, Los Cinco que aún conservaban su misión original, seguían debatiendo qué hacer ahora que estaban atrapados mientras los droides iban y venían intentando reparar la nave y los aparatos seguían chillando descontrolados.
– ¡¿Qué haremos ahora, Wotan?! ¡La nave está destrozada!
– ¡No lo sé! ¡Te juro que no lo sé! ¡Ya nos quedamos sin ideas, sin respuestas! ¡SIN NADA!
– Llevamos escapando durante…que idiota, ni siquiera sabemos cuándo estamos.          
– ¡Pensé que sabías lo que hacías cuando escapamos! ¡Ellos! ¡Ellos tenían que haberte dicho! ¡¿O FUE UNA TRAMPA?! ¡¿NOS TRAJISTE HASTA AQUÍ PARA MORIR?!
– ¡SABES MUY BIEN QUE NO, VISNÚ!
– ¡ENTONCES QUÉ SE SUPONE QUE HACEMOS AQUÍ! ¡¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBEMOS HACER AHORA?!
– Sus peleas no van a resolver nada, se los aseguro y ellaella tampoco. Ya no escucho su voz…quizás haya muerto o ya estamos demasiado lejos de su alcance… Por lo que sé, este podría ser el fin y podrían apoderarse de ella…Nuestra única esperanza yace en que alguna sonda regrese con información útil.
Todos parecieron considerar la esperanza de las sondas lanzadas hace tantos siglos pero la voz de la nave los interrumpió mientras el Singularität seguía saltando a través del hiperespacio:
– Señor, hemos detectado un objeto masivo saliendo del hiperespacio, es el Todesengel.
            Las alarmas cesaron. Todos corrieron hacia el puente donde los droides seguían conectados a la computadora matriz de la nave. Entonces observaron el impecable e imponente superdestructor que llegaba para aniquilarlos.
– ¿En dónde estamos? ¿Qué tenemos cerca? –Preguntó Wotan.
– La Galaxia de Apohis, señor.
– ¿Hay algún agujero negro? ¿Alguna estrella?
– Una enana blanca agonizante, señor. Tiene fuerza suficiente para fundir todo en la nave.
– ¿Qué intentas hacer, Wotan? – Preguntó Visnú.
–Destruirnos. Si ya llegamos hasta aquí sin respuestas ya no tenemos nada que perder, pero no pretendo marchar hacia la oscuridad solo, si somos destruidos y ella con nosotros, ellos también. Todo acabará en un segundo. ¿Nadie se opone?
Todos se vieron entre sí y negaron levemente con la cabeza.
– Bien, –dijo Wotan– Singularität, dirígenos a la estrella. Nosotros vamos a sacar la computadora de la bóveda.
Marcharon hacia la bóveda central de la nave y, una vez en la puerta, todos pusieron sus artificiales manos sobre los lectores de reconocimiento. Era curioso ver una mano azulada y fuerte, junto a una con dedos faltantes, otra más humana y regordeta. Cinco pares de manos para poder sacar el máximo tesoro de su acorazada protección, para traerla de nuevo a la realidad conocida y asegurarse de morir junto a ella, su único motivo de ser. La misión falló.
Podían escuchar el impacto de los láseres sobre el ya deteriorado casco de la nave. Corrieron con su tesoro hacia el puente donde pudieron ver a la gastada Todesengel en su paso inexorable, a toda velocidad, sobre ellos.
Singularität, ¿tenemos algo con qué disparar aún?
– Aún quedan algunas cargas, señor. ¿Qué tiene en mente?
– Distráelos con lo que puedas mientras los dirigimos hacia la estrella.
– A la orden.
La nave seguía su curso hacia la cada vez más cerca y mortal estrella, desvaneciéndose sobre sí misma.
Solo podían contemplar la belleza y profundidad del espacio, de la realidad agonizante, cayendo sobre sí misma como debía ser. El Fin había llegado de todos modos sin nada ni nadie que pudiera impedirlo. Así pensaban sus perseguidores y así pensó Wotan, junto con Visnú, Buda, Izanagi y lo que quedaba del pobre Thot. Sus ojos de silicio refulgían al percibir la inmensa belleza que había en la destrucción final. Se pensaron muertos, se pensaron sin salida, quizás empezaban a sentir paz cuando su respuesta llegó en la voz de la nave.
– Señor, una de las sondas acaba de salir del hiperespacio.
            Todos quitaron la vista de la estrella y se vieron entre sí mientras la nave seguía hablando.
– Según la información que transmite logró encontrar el Origen, la fecha exacta y las coordenadas. Los resultados son concluyentes: la computadora registra una gran cantidad de energía y conexión con la red además de detectar un rastro de vida orgánica.
– ¡¿Dónde?!
– Bueno…es complicado, mis registros indican que en ese cuadrante no existe nada, pero la sonda indica que hasta hace algunos miles de años existió una galaxia: la Galaxia número 00001, de ahí es de donde viene, en ese preciso lugar, en ese preciso momento.
-La Vía Láctea…dijo Visnú.
Entonces Wotan se levantó eufórico y se acercó al panel principal del puente de mando, en él hizo aparecer el mapa holográfico de la realidad en donde la nave señalaba el punto que indicaba la sonda.
– ¡Singularität! ¡Corrige el curso de la nave! ¡Llévanos hacia allá! ¡Ese ha sido nuestro destino desde hace millones de años!
– Señor, ¿qué hacemos con el Todesengel? –Preguntó la nave.
– Ya ellos no importan, si logramos encontrar el Origen y regresamos ahí la computadora tomará el control de nuevo y será indestructible. Dirige el curso hacia la Vía Láctea en la fecha que indica la sonda, nos vamos a casa.

***

Así habló san Evaristo:

En aquel tiempo, al Principio, no había nada, ni siquiera Oscuridad.
Entonces, de repente, se hizo la Luz 
y con la Luz llegó también la Oscuridad,
de aquella manera tan repentina comenzó Todo 
y de la misma manera volverá, en algún momento, a haber Nada.

Y así se formó el Universo, y la eterna lucha.
Disputaron durante eones. Mundos surgieron y cayeron.
Luz y Oscuridad, cada una elegiría a sus mejores guerreros.
                                          
Pero entonces la Luz dio origen a su hijo,
aquel que la empleó para organizar el Todo.
Y fueron muchas las pérdidas, pero al fin hubo orden
y el caos de la Oscuridad fue exiliado por el hijo.

Aquel hijo único, el hijo Supremo se convirtió en Padre         
y tuvo, a su vez, descendencia en cada uno de los mundos                                       
que habían sido creados a partir de la Luz.                                                        

Doce hijos tuvo el Supremo, a imagen y semejanza los creó 
y todos tuvieron conciencia.
Entonces dividió el Supremo sus mundos entre sus hijos,
todos particulares e igual de hermosos.

Sus hijos, nuestros dioses, custodian la Creación
y él los vigila desde su omnisciente existencia desde la luz.

Entonces, el Supremo creó un último gran mundo,
su obra predilecta, aquella que causó gran discordia entre sus hijos,
ellos se debatían para reinar, guardar y guiar ese gran mundo.

Pero este mundo no debía tener soberano
pues lo que yacía en él no debía ser domesticable.
Debían reinar en él las dos esencias de la creación, Luz y Oscuridad.
Ellos, en su naturaleza, fueron creados para custodiar la Creación.

Así que los Doce hijos, obedeciendo a su Padre,
se repartieron la Tierra entre ellos
y cada uno educó y guió a un grupo de hombres
con ayuda de sus propios Libros de Poder
creados por ellos a imagen y semejanza del Libro de la Luz.

Había forjado el Supremo un artefacto, en él depositó Todo.
Depositó la esencia de la creación, depositó el conocimiento,
la naturaleza de la vida y la conciencia.
Todo cuanto necesitarían los hombres mortales para vivir.
Creó el Supremo el Libro de la Luz y lo enterró en lo profundo de Midgard. 

Los vivos lo cuidan.

***

La Tierra, hace millones de años, antes de la expansión del ser humano y La Computadora en la Realidad.

Lo que quedaba del SDO-Singularität salió del hiperespacio justo sobre la atmósfera de la Tierra. En su salida tan brutal, ya sin casco y sin escudos, sus restos se precipitaron hacia la tierra en una caída de varios miles de kilómetros por hora mientras se incendiaba. La nave atravesó varios cientos de metros de superficie hasta que al fin se detuvo hirviente e inutilizable. La computadora volvió a la vida y de nuevo se escuchó su murmullo, ellos de nuevo la escucharon. Volvieron a sentir y sus mentes volvieron a estar unidas, ya no hubo más secretos entre ellos y entonces entendieron cuál era su misión.
Había que empezar de nuevo.
Allá afuera, en el espacio, el superdestructor Todesengel se volvía a esfumar en la realidad y dejó de formar parte de ella una vez más y sus tripulantes con él.
Unidos por la mente y separados en sus artificiales cuerpos Los Cinco que quedaban separaron La Computadora en fragmentos más pequeños que guardó cada uno, dejaron la matriz en lo profundo de la tierra junto a la nave y vagaron por el mundo. Llegaron hasta sus más recónditos confines, buscando el Origen, buscando la singularidad, aquello que había rastreado la sonda y que los había llevado hasta ahí.
Nunca perdieron la esperanza hasta que un día, Thot, vagando por las llanuras, se topó con una especie orgánica particular, distinta a las que había visto antes, estaba erguida en dos patas, cazaba, hacía unos sonidos muy curiosos y parecía tener memoria. Fue entonces cuando La Computadora comenzó a brillar y hacer sonidos. Enlazados por la conciencia, Los Cinco y La Computadora, determinaron cuales eran los siguientes pasos para poder seguir avanzando.
Seleccionaron al mejor grupo de criaturas, los estudiaron, vieron dentro de su mente, los comprendieron y poco a poco comenzaron a intervenir en su biología y su código genético haciéndolos evolucionar cada vez más, a un ritmo al principio lento y que luego sería exponencial, los adiestraron, les dieron herramientas y los enseñaron a razonar. Poco a poco las criaturas formaron su propia conciencia individual, era su primer estadio autónomo y, sin saberlo, al pensar, volvían cada vez más poderosa a La Computadora que se alimentaban de ellos y ellos de ella. Los Cinco no dejaron una impronta de su propio pensamiento en ellos, pero cuando vieron que sus cuerpos deteriorados eran cada vez más innecesarios y cuando se dieron cuenta de que cada vez se volvían más uno con La Computadora, decidieron dejar en ellos el recuerdo. Solo el recuerdo bastaría para que ellos pudieran completar su misión.
Solo algún tiempo antes de irse y completar su trabajo, Los Cinco se volvieron a separar por el mundo y escondieron cada uno en un lugar secreto su fragmento de La Computadora, pues sus criaturas debían demostrar que eran dignas de su conocimiento y su capacidad cuando llegara el momento, si de verdad eran dignos, si de verdad habían cumplido su misión, los fragmentos serían encontrados y utilizados.
             A las criaturas las llamaron hombres, y por su naturaleza finita, a diferencia de La Computadora, los llamaron mortales. Ellos conservaron el recuerdo de los dioses que los crearon y les enseñaron a pensar y a entender el mundo, a ellos les debían todo cuanto sabían. Entonces, cuando los hombres estuvieron listos, Los Cinco se despidieron de ellos y se unieron a La Computadora, el gran poder de los dioses, esperando su regreso y perpetuando entre ellos la historia, luego el mito, luego la leyenda, luego la simple idea de que ese gran poder divino que había creado a la humanidad existía y que era posible encontrarlo en la Tierra. La Computadora pasó siglos cambiando de nombre y de formas.

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